¿Qué haría usted si, ya teniendo un trabajo, recibe una oferta laboral de otra empresa? Quizás esta pregunta se la han hecho muchos chilenos. Y es que una situación como la antes mencionada puede ser una noticia estimulante y gratificante para la persona que la recibe, en especial si ella no está conforme con su empleo actual. A la vez, también puede significar un motivo de estrés y ansiedad, dada la trascendental decisión que ello conlleva.
Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter, líder en la búsqueda y selección de talentos tecnológicos, manifiesta al respecto que son variados los factores que el trabajador activo debe poner en la balanza al momento de aceptar o rechazar una nueva propuesta laboral.
“Cuando un profesional o ejecutivo ya tiene un trabajo, en donde se siente feliz y motivado, y es contactado porque hay otra organización que está interesada en tenerlo en sus filas, puede resultar un hecho que lo sorprenda y/o aumente su ego. Por el contrario, si él no está contento con su empleo actual, ese ofrecimiento puede representar una gran oportunidad para hacer un cambio y desarrollar su carrera laboral”, explica el experto.
No obstante, Toselli indica que son varios los elementos que se deben sopesar al momento de responder sí o no a una oferta laboral:
1. Contexto económico actual. “Si vemos que los niveles de desempleo son mínimos, dado que la economía está en expansión y las empresas están contratando a gente, la recomendación es considerar esa oferta laboral”, comenta Toselli. Por el contrario, si la cesantía ha aumentado dado que hay un menor crecimiento de la economía producto de la actual pandemia, el llamado es a mantenerse y cuidar el actual trabajo hasta que la situación se normalice y mejore.
2. Desarrollo profesional. Otro factor a considerar es el impacto que la nueva oferta de trabajo tendrá en el desarrollo profesional de la persona, ya sea para ganar experiencia o para potenciar el crecimiento de la organización. Asimismo, si el individuo está trabajando en el área Financiera y recibe una oferta del sector Salud, por ejemplo, tiene que evaluar el beneficio que tendrá su decisión de cambiarse de área en su desarrollo profesional.
3. Características del cargo. Es ideal que la oferta laboral comprenda un proyecto de largo plazo, que permita a la persona identificarse con él y proyectarse en el tiempo, entregando lo mejor de sí para lograr los objetivos definidos. En la medida que un profesional se identifique más con su puesto, mayor será el empeño y el esfuerzo que hará por mantenerse en dicha posición.
4. Renta. El nivel del sueldo ofrecido debe ser lo suficientemente mayor al que se percibe en el trabajo actual. No obstante, además de esto es fundamental que la nueva oferta laboral considere una escala de incentivos y premios por desempeño. Por ejemplo, si la oferta laboral corresponde a un cargo técnico lo más probable es que, además, del sueldo incluya bonos por desempeño. Si por el contrario es Comercial, hay que fijarse bien en el sueldo fijo y el sueldo variable, y en especial en la forma en que se calcula este último. En el caso de los puestos ejecutivos, hay que considerar la cantidad de sueldos adicionales por el cumplimiento de objetivos.
5. Beneficios. Asimismo, es relevante que la persona pueda acceder a instancias de perfeccionamiento y capacitación o que reciba de la empresa bonos por diferentes conceptos: estudios de los hijos, fiestas patrias, fin de año, etc. No obstante, es importante tener en cuenta que estos son sólo una parte del todo, es decir, un complemento del sueldo mensual.
6. Atención con los viajes. Si el puesto exige viajar dentro o fuera de Chile de manera frecuente puede resultar, en un principio, muy atractivo para la persona. Sin embargo, a la larga, puede transformarse en un elemento negativo, sobre todo por el impacto familiar que aquello puede tener.
7. Ubicación. A veces puede resultar que un empleo sea atractivo en términos monetarios, pero que implique para el empleado, recorrer diariamente largas distancias, dada la lejanía con su hogar. En este caso, cada persona debe evaluar los costos y beneficios de aceptar ese puesto.
8. Modalidad de trabajo. Hay que analizar si la oferta laboral implica un formato presencial, remoto o híbrido.
9. Reputación de la compañía. Esto implica que la organización tenga una buena imagen en el mercado, cuente con credibilidad y prestigio. Para algunas personas este factor puede constituir una razón de peso para aceptar una nueva oferta de trabajo, mientras que para otros algo no tan relevante como la renta o las características del cargo.